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Qué son la Psicología y la Psicoterapia Transpersonal

Qué es la Psicología Transpersonal

Existen muchos textos acerca de lo que es la psicología transpersonal. Aquí te lo contamos en pocas líneas y te invitamos a que visites nuestro blog, si quieres profundizar en el tema:

  • Surge a mediados del siglo XX, en respuesta a la visión tradicional de la psicología, que hasta entonces se centraba exclusivamente en la psicopatología y en una visión reduccionista de lo humano. Es llamada la cuarta fuerza de la psicología, siendo la primera en aparición, la conductual; la segunda, como respuesta a la primera, el psicoanálisis; la tercera, como hija suya,  el humanismo,  y la cuarta, como hija de ésta a su vez, la transpersonal.
  • La psicología transpersonal no intenta ser una contestación a la anteriores fuerzas, por el contrario, toma de todas ellas aquello que sea útil en su propósito por trascender las barreras de la personalidad y abrazar un estado de autorrealización, de integración de la personalidad y de nuestra identidad trascendente.
  • Para la psicología transpersonal los seres humanos tenemos la posibilidad de evolucionar nuestra psique hacia el desarrollo e integración de nuevas capacidades y habilidades. Todos tenemos el potencial para experimentar una vida plena, amorosa, compasiva y empoderada.
  • La psicología transpersonal investiga aquellas tecnologías que promueven el funcionamiento óptimo de la psique humana, integrando el conocimiento ancestral de la sabiduría oriental (budismo, taoísmo, hinduismo), con los desarrollos propios de la ciencia occidental.
  • La psicología transpersonal busca en todo momento una visión más holística del ser humano y de la realidad, por lo que se nutre de todos los aportes que expandan su punto de vista. Podemos hablar entonces de un enfoque transpersonal, que incluye la psicología, la física, la biología, la filosofía, etc.
  • La psicología transpersonal en general y, concretamente nuestra escuela, basa su orientación filosófica en la llamada “Filosofía Perenne”, enunciada en su momento por Aldous Huxley y que sintetiza aquello que tienen en común todas las grandes tradiciones espirituales surgidas a través de la historia de (en palabras del propio Huxley) “la humanidad civilizada”:
    • Todo cuanto existe es la manifestación de un principio universal consciente, y nada existe que no sea Eso.
    • Mediante la intuición, y trascendiendo la razón especulativa, es posible reconocer y experimentar esta Conciencia Suprema. Para ésto se propone un adiestramiento consistente en aquietar la mente (meditación), dudar activamente del contenido de nuestra mente pensante (autoindagación) y desarrollar la contemplación.
    • El ser humano posee una doble naturaleza. Por un lado, una identidad puramente funcional y transitoria (el ego o yo inferior) y por otro lado una naturaleza universal, eterna y no-dual (Espíritu o Yo superior) que todos los seres comparten con la Conciencia Suprema.
    • El ser humano tiene una meta única en su devenir existencial: evolucionar su conciencia hasta el reconocimiento de su identidad última y la realización de su verdadera naturaleza.
  • Como ves, la psicología transpersonal reconoce que esto que llamamos “mente” es Consciencia Pura experimentándose desde un punto de vista particular. Partiendo de esto, podemos identificar dos mentes en funcionamiento e interacción: La mente inferior y la mente superior.
    • La mente inferior es intrínseca a la personalidad. Al conjunto formado por los cuerpos físico, emocional y mental se les conoce como personalidad o ego.
    • Registra la información del entorno a través de los cinco sentidos físicos.
    • No dispone de conocimiento propio. Aquello que entiende por conocimiento, proviene exclusivamente de la memoria asociativa.
    • Funciona como una máquina a partir de automatismos procedentes del pasado.
    • Está muy activa en la consciencia colectiva actual. De hecho, todavía se considera que corresponde a la totalidad del ser humano.
    • Esta mente no está relacionada con los pensamientos, como con lo inconsciente, formado por todo lo que hemos ido acumulando en el curso del tiempo, vinculado, fundamentalmente, a una fuerte carga emocional.
    • Cuando la consciencia está identificada con el ego a través de la mente inferior:
      • Se tiene una percepción inadecuada de la realidad
      • Se vive en la ignorancia.
      • Se depende de los automatismos que proceden del pasado
      • La experiencia de la vida es difícil y limitadora, tanto para uno, como para los demás.
    • La mente superior está en contacto directo con el Ser.
    • Es el vínculo entre el Ser y la personalidad.
    • Debido al contacto con la sabiduría del Ser, tiene a su alcance el conocimiento.
    • Cuando la mente superior está activa, la mente inferior permanece silenciosa y receptiva, es decir, la personalidad se deja guiar por la energía del Ser.
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  • Cuando la consciencia está identificada con el Ser a través de la mente superior:
    • Se tiene en cada instante el conocimiento justo.
    • La experiencia del mundo es dichosa.
    • Se experimentan y expresan los valores genuinos del Ser (Amor, seguridad, plenitud, libertad, poder, dominio, sabiduría, servicio…)
    • El comportamiento del ser humano y la calidad de su experiencia de la vida dependen directamente de con cuál de los aspectos se identifica su consciencia.
  • Tú y yo, así como los grandes maestros y maestras de la historia, estamos en la interacción constante de estas dos mentes. Si nos identificamos únicamente con la mente inferior, tenemos una experiencia sufriente y superviviente de la vida. Es labor de la psicoterapia transpersonal, pues, acompañarnos en ese proceso de reconocimiento, sanación y desidentificación de aquellos patrones y creencias que nos mantienen atascados en la mente inferior, a la vez que aprendemos a reconocer, entregarnos y confiar en los mensajes y experiencias que nos brinda el Ser, a través de la mente superior.

Qué encuentras en una Terapia Transpersonal

Te contamos brevemente lo que puedes encontrar en un proceso de acompañamiento terapéutico basado en la psicología transpersonal. (Si quieres profundizar en esto, te invitamos a que visites nuestro blog.)

  • En una terapia transpersonal, encontraremos un espacio de acogimiento y reflexión, que nos permita:
    • Darnos cuenta, es decir, ser conscientes de esas creencias, esas historias mentales que nos mantienen en el miedo y nos separan de la posibilidad de experimentarnos plenamente en la vida, generando sufrimiento y un estado de insatisfacción.
    • Asumir la responsabilidad, esto es, hacernos cargo de nuestra historia, nuestros puntos de vista, nuestros sentimientos y acciones, reconociéndonos como los pensadores, sentidores, actores y creadores de nuestra historia.
    • Abrazar e integrar nuestro sentir, a la vez que soltamos los pensamientos repetitivos. Esto es, atendernos, con atención plena y amorosa. Sólo podemos soltar esos pensamientos que nos atascan, cuando somos capaces de reconocerlos, dudar de ellos y aceptar su inutilidad en nuestro momento presente. Con amabilidad, amor, humor y firmeza, nos vamos deshaciendo de ese contenido mental que ya no nos sirve.
    • Abrirnos, entregar, confiar en la sabiduría de Consciencia que sostiene la vida, de la que formamos parte. Una mente silenciada conecta con el conocimiento, con la intuición, con el amor, con la belleza, con la plenitud de la vida misma. Esa mente, que al comienzo emerge casi sin darnos cuenta, empieza a ser más presente en nuestras vidas. Vamos saliendo de las fronteras de nuestro yo particular, hacia una experiencia vital más consciente, conectada y unificada.
  • Las herramientas que nos acompañarán a lo largo de un proceso terapéutico transpersonal son:
    • atención plena
    • meditación
    • autoindagación
    • contemplación
  • Las actitudes que nos mantendrán son:
    • Compasión hacia nosotros y hacia los demás
    • Servicio
    • Curiosidad (mente de principiante)
    • Humildad
    • Aceptación
    • Apertura
    • Humor
    • Levedad
    • Fluidez
    • Acogimiento
    • Determinación
  • La psicoterapia transpersonal no busca únicamente la remisión de los síntomas, la adquisición de herramientas de gestión de las emociones y de los pensamientos, la sanación de los traumas inconscientes o la asunción de un yo maduro, adulto. Esto, desde luego es importante para nuestro bienestar y para las personas que nos rodean, pero no es el fin último de esta terapia. Podemos alcanzar la plenitud física, mental, emocional y espiritual. Podemos abrazar nuestra naturaleza trascendente y brillar con esta sabiduría para nosotros mismos y para todas las personas que nos rodean. Esa es la finalidad de la psicoterapia transpersonal.

Cómo es un Psicoterapeuta Transpersonal

Un terapeuta transpersonal es una persona que, además de estar capacitado para realizar un acompañamiento terapéutico, que potencie el bienestar y la expansión de la consciencia en sus clientes, es un determinado caminante de la vía transpersonal. Esto quiere decir que:

  • Ha aprendido y aprende constantemente de su propia mente inferior, que se acoge con amor, humor y en ocasiones, firmeza, si su historia mental lo requiere.
  • Es conocedor de los mecanismos del ego y sabe desidentificarse de ellos.
  • Con profunda compasión y empatía acoge también los mecanismos del ego de las demás personas, hermanándose en el dolor con ellas.
  • Es capaz de ver su propia luz y al reconocerla, también la ve brillar en las demás personas, por lo que también se hermana con ellas en su radiancia.
  • Mantiene un compromiso con su propia expansión de la consciencia, por lo que es un decidido practicante de todas las herramientas que pone al servicio de las personas con las que trabaja.
  • Confía en el conocimiento que le brindan los textos, a la vez que reconoce que su mayor herramienta es la intuición, que cultiva con asiduidad.
  • Reconoce que acompaña a las personas con las que trabaja con compromiso y amor, pero que son éstas quienes recorren el camino hacia su propia realización.

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“Entre el estímulo y la respuesta se da un espacio, y en ese espacio reside tu poder y tu libertad.”
Viktor Frankl