DESENREDANDO LOS HILOS INVISIBLES CON MI FAMILIA
¿Te has parado a pensar a través de quien has iniciado el desarrollo de tu existencia?
Todos y cada uno de nosotros, somos partícipes de la experiencia de fusión entre nuestro padre y nuestra madre, más allá de que los hayamos conocido o no, estén vivos o muertos. Somos el resultado de la unión de nuestros progenitores y desde ese mismo instante, que se activa la chispa creativa que da forma la vida, se establece un vínculo profundo con ellos. Cada uno de nosotros nos encontramos vinculados profundamente con nuestra propia familia, es decir, con nuestros padres, con nuestros hermanos y con nuestros antepasados. Este hecho, a veces, no es fácil de reconocer, dado que quizás estemos viviendo nuestra propia vida y experimentando el camino de la independencia y emancipación.
Y posiblemente te preguntes, “acaso ¿no he seguido el camino de la independencia y vivo en mi propia casa?”, “no es cierto que, ¿vivo mi vida y he creado mi propia familia?” Entonces,
¿Cómo es posible que mi camino de vida esté vinculado con mi familia?
El trabajo con las constelaciones familiares ha demostrado que hay vínculos invisibles con los miembros de nuestra familia, los conozcamos o no. Normalmente, creemos que al cortar el cordón umbilical y comenzar una vida nueva lejos de casa de nuestros progenitores, nos va a eximir de repetir: comportamientos que no nos gustan, enfermedades, emociones desbordadas, etc. Sin embargo, nos encontramos interrelacionados con nuestros padres, hermanos, abuelos, etc.
Ser conscientes de aquello que nos limita o que se nos presenta como un malestar, nos permite descubrir estos vínculos inconscientes con el clan, con el fin de poder entender y liberar los patrones de la vida que nos hacen sufrir. Para, observa sin juicio todo lo que se despierta. Ábrele espacio. Así, entras en un movimiento de agradecimiento, que te permite soltarte de ese patrón repetitivo desplegándose un nuevo espacio de transformación al servicio del bienestar y la plenitud.