El paso de Larissa por la formación

Nuestra amiga Larissa Morón (Barranquilla – Colombia) finalizó su formación online en agosto de este año. Este es el testimonio que nos deja, un relato profundo, contundente  y resonante. ¡Gracias Lari! ¡Gracias por seguir aquí, con nosotros!

El sonido de los árboles al soplar el viento, ver las hojas caer en una sincronización única, el canto de los pájaros, el ruido de un avión pasando, el silencio de esta habitación, la fría brisa, el sonido de un mensaje de WhatsApp entrando, el trinar de los pájaros a las seis de la tarde de un domingo. Eso es la vida, en su danza , en su fluir en su ir y venir y sigue así, desde la nada, desde el todo.

Este podría ser el resumen de lo que la formación en transpersonal me ha recordado, me ha traído a lo esencial a lo básico, a lo que es la vida en sí, a ver que esta existencia es para el disfrute al conectar con nuestro ser interior, conectar con ese ser interior no desde el dogmatismo, sino desde el sentir de la vida misma vida fluyendo.

He entendido la importancia del proceso de la sutilización de la conciencia respetando el ritmo del otro, a través de las lecturas que le permitan abrirse y generar los espacios reflexivos que nos generan una paz y a la vez una inquietud por conocer o más bien acceder a esa sabiduría interior , donde nos conectamos con el dharma.

En mi experiencia personal, puedo agregar que cada módulo se iba encadenando con un evento de mi vida personal, especialmente aquellos últimos en donde E. Tolle fue el centro, llevando el diálogo sobre el propósito externo y el propósito interno. Cada lectura era una confirmación de las decisiones a tomar como si todo estuviera tejido de modo predeterminado. Estos eventos me llevaron a comprender en mayor profundidad, cómo opera la Resonancia Empática Transpersonal (RET), que está allí, de manera sutil, en todo lo que nos rodea.

En cada uno de estos módulos y en las tutorías online se iban aclarando aspectos que, podría llegar a decir, son de carácter universal, así como las realidades que de una y otra forma hemos construido de manera conjunta, y las representamos a través de estos personajes como una puesta teatral donde cada uno desempeña un papel con sus renglones dramáticos.

Por medio de la formación en psicología transpersonal, a través del papel del observador puedo ver mi drama, mi pensamiento quien crea todo un guión y ver la historia que me estoy contando, desde donde me la cuento, qué personajes secundarios la refuerzan, mi entorno, mi cultura, mi familia etc.

Más que una formación para ver cómo ayudo al otro, es una transición hacia otro estado del ser, a despertar al maestro interior, a expandir la percepción de la consciencia , a través de la meditación, de la consciencia del momento presente, en el aquí y el ahora, donde residen todas las posibilidades, donde al sanarme a mí misma se sana el otro, al conectar con el otro que no es más que yo, por física cuántica.

Este es solo un paso, que me lleva a ver la verdad,esa que creo Jesús se refería al decir: La verdad los hará libres…libre del drama, de la ilusión. Es un camino que continúa, un proceso de nunca acabar, y así, como dice Antonio Machado en su poema: Caminante no hay camino, se hace camino al andar.